Desde el lanzamiento de sus primeras ópticas, Fujifilm se ha caracterizado por utilizar materiales de construcción de calidad excelente y capaces de resistir el uso profesional diario. Construida en metal, es –en mi opinión– una de las ópticas mejor acabadas de cuantas ha diseñado la marca nipona, pues incluso el parasol es metálico, algo que desgraciadamente se ha abandonado en los últimos objetivos. El aro de enfoque ofrece las dimensiones precisas para facilitar el enfoque en modo manual, incluso con guantes. El acceso al aro de aberturas es más cómodo que en otros modelos, pues está situado a la misma altura que el del enfoque.
El aro de enfoque carece de recubrimiento de goma, pero el estriado metálico facilita el enfoque manual, incluso al disparar con guantes. Los últimos modelos Fujifilm de la serie X incorporan sistemas de ayuda para el enfoque manual muy prácticos, que convierten este modo de enfoque en un auténtico placer, si se dispone del tiempo para realizar una fotografía 100% manual. Uno de los detalles que siempre me ha gustado del Fujinon 35/1.4 es el parasol, metálico y con un diseño muy similar al de los objetivos Leica.
Consta de 8 elementos, distribuidos en 6 grupos ópticos; incorpora un elemento asférico, destinado a minimizar las aberraciones cromáticas. El rango de aberturas está comprendido entre ƒ/1.4 y ƒ/16. El diafragma está compuesto por 7 láminas, que al disparar con las aberturas más altas crea un elegante y suave desenfoque (efecto bokeh). La distancia mínima de enfoque es de 27cm. Ofrece un peso de 187 gramos y el diámetro de rosca para filtros es de 52mm.